En la mitología griega, Artemisa o Ártemis (en griego antiguo Αρτεμις, quizá de αρτεμης, ‘sano y salvo’, de la raíz αρ, ‘encajar’) es la hija de Zeus y Leto y la hermana melliza de Apolo.
Solía ser representada como una diosa virgen de la caza, llevando un arco y flechas. Más tarde pasó a estar asociada con la luna, como su hermano Apolo lo estaba con el sol. Fue una de las deidades más ampliamente veneradas y una de las más antiguas. En épocas posteriores fue mezclada con la diosa Diana de la mitología romana.
En la mitología etrusca, tomaba la forma de Artume.
Artemisa era la diosa virgen de la caza, los animales salvajes, las tierras salvajes y los partos. Era adorada como una diosa de la fertilidad y los partos en algunos lugares puesto que, según algunos mitos, ayudó a su madre en el parto de su gemelo. toloDurante el periodo clásico en Atenas fue identificada por algunos con Hécate. Mitología
Nacimiento
Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada de su marido Zeus, prohibió que Leto diera a luz en cualquier lugar donde diera el sol. Además, la serpiente Pitón se puso a perseguir a Leto.
Pero Zeus envió al viento Aquilón para que recogiera a Leto y la llevara junto a Poseidón. Ésta la llevó a la isla Ortigia y la cubrió con sus olas. Allí Leto dio a luz, agarrándose a un olivo, a Apolo y a Artemisa. Más tarde, la isla de Ortigia fue llamada Delos y Apolo mató a Pitón para vengar los sufrimientos de su madre.[11]
Según cuenta una tradición, Artemisa nació antes que su hermano y ayudó a su madre a dar a luz a Apolo.[12] En otra, la isla de Ortigia es una isla distinta de Delos. En la primera nació Artemisa y en la segunda, Apolo.[13]
Infancia
La infancia de Artemisa no está recogida en ningún mito conservado: La Ilíada reducía la figura de la pavorosa diosa a una niña que, tras haber sido azotada por Hera, subía al regazo de Zeus. El poeta Calímaco imaginó a la diosa «que se entretiene en las montañas con el arco» en algunas escenas encantadoras: a los tres años, Artemisa pidió a su padre, Zeus, mientras estaba sentada en su rodilla, que le concediese varios deseos. Pidió permanecer casta toda la eternidad y no ser atrapada en el matrimonio, sabuesos de orejas cortadas, ciervos para tirar de su carro, veinte ninfas Amnísides como compañeras de caza, y «sesenta bailarinas oceánides, todas de nueve años». Zeus accedió a sus deseos. Todas sus compañeras permanecieron vírgenes y ella guardó celosamente su castidad.
sábado, 16 de agosto de 2008
Diosa Artemisa
Publicado por Violeta Paredes C. Matrona en 19:15
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